Códigos de activación: pasado, presente y futuro en España
Fabrega X, Espila J, Gallardo M. Emergencias 2011; 23:311-318
Las estrategias de coordinación entre niveles asistenciales son relativamente recientes. Una de las consecuencias más visibles de esta coordinación son los códigos de activación, los cuales son potencialmente aplicables a toda patología tiempo-dependiente. En España, el código de activación más antiguo es el código ictus, iniciado en 1997, y cuya implantación se ha generalizado y ha permitido mejorar el pronóstico de los pacientes con un accidente vascular cerebral. A éste le han sucedido, en algunas ciudades, otros como el código donante a corazón parado o el código IAM (infarto agudo de miocardio), con los que también se está obteniendo unos buenos resultados. El código sepsis, en cambio, se ha encontrado con la dificultad específica de su bajo reconocimiento clínico en las primeras horas de asistencia por parte de los servicios de urgencias y los de emergencias, lo cual está limitando sus resultados. Finalmente, y por razones diversas, no ha sido posible poner en marcha códigos de activación en otras situaciones que potencialmente podrían beneficiarse de ellos, como son la intoxicación aguda o el paciente agitado. En cualquier caso, no hay que caer en la tentación de codificar la totalidad de la asistencia, ya que ello debilitaría el concepto de agilidad que se les supone a los códigos. Además, debe tenerse en cuenta que el nivel de calidad asistencial no depende de la activación o no de un código, sino que dicho código es un aspecto cualitativo más en determinadas situaciones clínicas que lo requieren. Creemos que el futuro de los códigos de activación pasa por consolidar los proyectos existentes, mejorar los registros, plantear nuevos proyectos y publicar sus resultados.