Anestesia - May 26, 2021 - By Judit Bruña Vara
“Igual que Hamlet se planteó la dualidad del ser en un momento crítico, es necesario plantear la posibilidad de estar ante un tromboembolismo pulmonar o no en cada paciente que pueda tener algún factor de riesgo, ya que dicha patología junto con la trombosis venosa profunda supone la 3ª enfermedad cardiovascular más prevalente…
Conclusión
El tromboembolismo pulmonar es una entidad frecuente con una amplia variedad en cuanto a su sintomatología, que además puede ser inespecífica por lo que se debe contemplar ante cualquier paciente que presente factores de riesgo asociados.
Inicialmente se debe valorar el grado de probabilidad de estar ante un TEP, y posteriormente clasificar al paciente en función de su clínica para decidir el mejor abordaje. Tras el tratamiento inicial, se deberá estratificar de nuevo para evaluar la probabilidad de mortalidad que presenta dicho paciente y decidir si requiere alguna medida invasiva.
Una vez que ha concluido la fase aguda, debemos educar al paciente en la importancia de mantener el tratamiento anticoagulante para evitar recidivas, y a su vez son necesarias evaluaciones clínicas periódicas para detectar complicaciones que pueden conducir a un aumento de la morbilidad y, por tanto, a un descenso en la calidad de vida.”